viernes, 11 de diciembre de 2009

Diciembre mes de cumplimientos

Noviembre pasó y me fui en blanco. Razones familiares y ministeriales me tuvieron más ocupado que de costumbre. Pero no quiero que termine el año sin escribir algo positivo y significativo.
Para muchos diciembre del 2009 se convertirá en un mes de incumplimientos. Muchas metas trazadas para el año en enero han quedado en el olvido; a medio hacer o jamás se iniciaron. Promesas incumplidas a los cónyuges, a los hijos, quizá a los empleados, amistades. Diciembre se convierte en un mes pesado y cargado de frustraciones.
Otros estarán esforzándose al máximo para cumplir con sus promesas para este mes, y otros ya contentos de saber que sus metas han sido alcanzadas. Ven el fruto de sus esfuerzos.
Dios es un Dios fiel y que cumple lo que promete. Diciembre y al recordar el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo (Mateo 1.23-25) me lleno de gozo al saber que el Señor siempre cumple a pie juntillas lo que promete. Dios es veraz. Quizá alguno dirá: "Nadie sabe el día exacto en que nació Jesús". No voy a discutir eso aquí. No voy a objetar ser un "purista histórico", ni ser un "purista bíblico" éstos terminan siendo legalistas. Así que en diciembre como cristianos tradicionalmente recordamos el nacimiento de nuestro Salvador. El primer Adviento o la primera venida de Jesús el Cristo hecho que conmovió los cielos y la tierra. Dios descendió y se encarnó. Murió en vil cruz pero resucitó al tercer día conforme a las Escrituras. Está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros y aguardando que se cumpla el tiempo de su Segunda Venida (nosotros también le aguardamos). ¿Cumplirá? ¿Vendrá? Por supuesto que sí. Ninguna de Sus promesas ha caído a tierra sin cumplirse. La apostasía rampante de nuestros días negará su regreso, 2 Pedro nos habla de ello, pero su pueblo le aguarda con fe y con fervor. La aurora de su regreso ya se anuncia, cada día que pasa está más cerca.
Por ello, en este mes les deseo "Feliz Navidad", no "Felices Fiestas" o "Happy Holidays". No mezclemos las cosas como hoy en día se acostumbra. Quizá no suene "políticamente correcto". En realidad, Hannukah, Kwanza, no tienen ningún sentido para mí que soy cristiano. Cristo es el cumplimiento de la profecía. Otros pueden celebrar las fiestas que quieran y puede que tenga sentido para ellos, pero para mí, nada se compara (se le para al lado) a la belleza de mi Salvador Jesucristo. ¿Por qué debo aceptar quedarme callado cuando otros menosprecian o desprecian a mi Rey? Señor en tí espero.
Siendo hispano, "latinazo" el 24 en la noche cenando diré a mi familia: "Señores, esta noche es NOCHE BUENA y mañana es NAVIDAD".